Amigos,
que maravillosas son nuestras mascotas,
son un regalito divino,
un compañero de vida,
un miembro de la familia,
un protector,
un incondicional y todos son hermosos,
la nobleza que muestran cuando los adoptamos es sobrecogedora,
y cuando los llevamos a casa porque los encontramos abandonados
la luz de sus ojos sobrecoge,
no necesitan ser bello o de raza,
no nos cuesta nada amar a nuestras mascotas.
Son destinados a ser ángeles,
sólo que no tienen alitas,
pero si colitas.
Luciérnaga.
SON SOLO AMOR.