LOS SOÑADORES, DE NUESTROS SUEÑOS SOMOS DUEÑOS

Ser Soñad @ r

Existen distintos tipos de personalidad que muestran un carácter determinado en una persona. Cada ser humano es único e irrepetible, sin embargo, existen inclinaciones de carácter que pueden analizarse desde el punto de vista general. Existe el perfil de una persona soñadora que se define por tener la capacidad de ir más allá de lo evidente en la interpretación de la realidad. Una persona soñadora tiene una enorme capacidad de imaginación, mucha creatividad, utiliza su fantasía, un fino sentido del humor y una gran agudeza mental.

Soñar no es una cualidad exclusiva de la infancia

La cualidad de ser soñador no tiene porqué ser exclusiva de la infancia sino que los adultos, también pueden alimentar sus ilusiones y deseos internos con pensamientos positivos, mensajes de amor, ideas de autoestima y mucho cariño. Una persona soñadora tiende a ser positiva en actitud contraria a la de una persona pesimista que se cierra puertas a través de su actitud. Existen personas que interpretan la realidad en un tono monocromático, es decir, como si las cosas fuesen de un solo color, sin embargo, el soñador sabe que la realidad tiene un montón de matices diferentes y colores muy variados.

Manifestaciones artísticas

Una persona soñadora tiene un gran mundo interior que con frecuencia exterioriza a través de algún arte, por ejemplo, a través de la escritura. Una persona soñadora cultiva su relación consigo misma ya que disfruta buceando en sus propios pensamientos. De este modo, es una persona que aunque disfruta compartiendo tiempo con los amigos y familiares también necesita tener mucho espacio para sí misma.

Una reflexión de la personalidad

Son personas que tienen una visión del mundo muy especial y conectan especialmente con otras personas que también comparten una interpretación compatible de la realidad. Disfrutan especialmente al poder mantener largas conversaciones en las que charlar sobre sus reflexiones personales. De este modo, las personas soñadoras encuentran pequeños refugios personales que son fuente de bienestar: son personas que establecen relaciones personales poco numerosas pero de gran calidad.

Un soñador

también es feliz a través de fórmulas de entretenimiento divertidas como el cine y la lectura. Conviene puntualizar que un soñador no tiene por qué ser un idealista que no tiene los pies en el suelo. Es decir, no es incompatible soñar despierto con ser realista porque es muy saludable alimentar los sueños frente a cualquier tipo de escepticismo vital.